La elección de metodologías activas en el desarrollo de las secuencias…

Las metodologías activas o participativas son procesos de enseñanza y aprendizaje donde se otorga centralidad al papel proactivo de los estudiantes, a su implicación y a su capacidad crítica.

Los estudiantes adquieren un rol claramente protagonista en el aula, mientras que la misión del docente es, fundamentalmente, la de actuar como mediador con los saberes a construir y facilitador del aprendizaje.

Las metodologías activas en la enseñanza son estrategias enfocadas en el estudiante a través de un proceso activo y constructivo, de desarrollo de habilidades cognitivas. Estas metodologías actúan en contraposición a la enseñanza tradicional, donde el estudiante se limita a recibir, de forma bastante pasiva, una serie de conocimientos expuestos por el docente o el material de estudio (el libro, las fotocopias, el dictado…)

Las metodologías activas pueden definirse como procesos interactivos de enseñanza-aprendizaje fundamentados en la comunicación activa y en la interconexión entre el docente, los estudiantes y el material didáctico. 

En este tipo de metodologías el protagonismo en el aula pasa del profesor al estudiante, el cual debe adoptar un grado de implicación mucho mayor que en las clases más tradicionales o clásicas.

Se hace hincapié en el papel proactivo de los estudiantes y en su capacidad crítica. Para ello se ponen en marcha actividades y técnicas en las que se potencia la construcción y reconstrucción de saberes en el ámbito curricular. 

Estas metodologías toman como principal punto de partida los intereses de los estudiantes, intentando que adquieran las habilidades necesarias para su vida laboral y diaria. 

Las principales características de las metodologías activas de enseñanza-aprendizaje son, entonces:

  • Los estudiantes en el centro: El estudiante adopta un papel protagonista, con una implicación muy alta por su parte y un papel autorreflexivo. 
  • Productivas: El aprendizaje es concebido como un proceso constructivo y no receptivo. 
  • Funcionales: Estas estrategias tienen lugar en un contexto basado en situaciones y problemas cotidianos y habituales en el mundo real. (estrategias auténticas)
  • Transferibles y perdurables: El aprendizaje construido por medio de estas metodologías es aplicable tanto a otras asignaturas como a la vida real. 
  • La evaluación es un proceso visible y transversa.

Estas prácticas educativas están enfocadas al desarrollo de habilidades cognitivas de orden superior, que implican…

  • Conseguir que los estudiantes se conviertan en responsables de su propio aprendizaje.
  • Construir conocimientos con los que interactuar toda la vida…
  • Potenciar el pensamiento crítico y reflexivo sobre el mundo que les rodea y los conocimientos que están construyendo,  
  • Premiar la curiosidad… que los estudiantes planteen preguntas y no solo dar respuestas.
  • Desarrollar en los alumnos habilidades de búsqueda, selección, análisis y evaluación de la información.
  • Desarrollar la autonomía y la responsabilidad individual como el trabajo en equipo y la conciencia de grupo.

La evaluación en las metodologías activas: tipologías e instrumentos

Uno de los aspectos que más preocupa a profesores y muy especialmente a los estudiantes, con relación a las metodologías activas es cómo generar evidencias de aprendizaje y realizar retroalimentaciones productivas. Para hacerlo usando criterios justos es muy importante tener en cuenta lo siguiente:

  • Definir previamente las habilidades clave y los indicadores de aprendizaje asociados …
  • Abrir la evaluación a otros agentes, de forma que no evalúen solo los docentes: coevaluación (entre alumnos), heteroevaluación y autoevaluación. 
  • Garantizar coherencia entre el método y el instrumento de evaluación que se utilice

 

En tanto, la valoración del aprendizaje de los estudiantes está totalmente interrelacionada con   las evidencias planteadas a priori y conocidas por todos, otorgando valor a la autoevaluación y la retroalimentación formativa.

La evaluación debería abordar, principalmente:

ü  recoger información de las tareas/actitud/progreso del grupo clase;

ü  valoración de la calidad de la actividad para una toma de decisiones en base a toda la información recogida e interpretada.

La evaluación debe servir como proceso de recogida de evidencias, promoviendo la evaluación formativa como un tipo de evaluación que promueve la mejora en el proceso educativo del alumnado.

La función de la evaluación en las metodologías activas no es, como pasa con los métodos más tradicionales, fiscalizar si el estudiante ha aprendido o no, ni mucho menos valorar o premiar habilidades memorísticas. Lo que se pretende con las estrategias e instrumentos de evaluación es ofrecer apoyo al estudiante en su proceso de aprendizaje.

Por este motivo, se habla de evaluación formativa. El objetivo de la evaluación es ofrecer al estudiante las herramientas necesarias y darle pistas para que su aprendizaje sea lo más completo y mejorado posible.

Los instrumentos de evaluación son las herramientas que tanto el docente como el propio estudiante utilizan para realizar una evaluación.  

Las estrategias y técnicas utilizadas en estas evaluaciones son de carácter continuo y formativo. Requieren que el docente guíe y apoye al estudiante, y, asimismo, que permita la autoevaluación y la coevaluación en el grupo clase. 

Los 5 instrumentos de evaluación que pueden aplicarse en metodologías activas son:

  1. Rúbrica de evaluación. Consiste en una tabla de dos columnas: en la primera, se señalan los indicadores o criterios con los que vamos a evaluar a nuestra clase; en la segunda, los posibles niveles que los estudiantes alcanzarán respecto a los indicadores o criterios. Normalmente se señalan entre 3 y 6 niveles. Recordar que en las metodologías activas se recomienda incorporar la autoevaluación y la coevaluación. La rúbrica puede ser muy útil en esos casos.  
  2. Listas de control/cotejo o checklist: Son listas de conocimientos y habilidades a evaluar.
  3. Portafolio o diario de clase: Son dos instrumentos similares, pero con algunos puntos de diferencia. El portafolio individual permite que los estudiantes demuestren sus conocimientos y habilidades a lo largo del proceso educativo. Se van archivando diversas evidencias que registran sus esfuerzos y mejoras, ya sea en formato virtual o físico. Puede incluir todos los trabajos y actividades o simplemente, elegir los más representativos. Por otra parte, el diario de clase es un instrumento colectivo o individual que invita reflexionar sobre la actividad. Puede incluir respuestas a preguntas como: ¿Qué es lo que más me gustó de esta actividad?, ¿qué se me hizo más difícil?, ¿en cuáles aspectos debería mejorar?, entre otras.
  4. Escala de valoración: Relaciona un conjunto de características o capacidades a evaluar con algún tipo de escala. En ella se indican diversos grados, ya sea con palabras o números. Existen escalas gráficas, valorativas, numéricas, descriptivas, etc. 

Entonces, la evaluación en las metodologías activas está pensada como una parte más del aprendizaje.  Es un proceso completo que va mucho más allá. uno de los aspectos que más preocupan a docentes, estudiantes, familias y responsables de educación es cómo evaluar un proceso de aprendizaje.  Será necesario que los protagonistas entiendan que se tienen en cuenta algunos factores…

  • definir previamente y de forma detallada los objetivos y habilidades que se espera que los estudiantes vayan a construir en el desarrollo de la propuesta pedagógica
  • definir y compartir con los protagonistas indicadores de logro 
  • democratizar la evaluación de las acciones formativas, teniendo en cuenta la opinión de los estudiantes y la de sus pares (autoevaluación y coevaluación dentro del grupo clase)
  • construir instrumentos de evaluación adecuados.  

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