ATRAVESANDO
NUESTRA HOJA DE RUTA. EL MAPA DEL SEGUNDO PERIODO DEL AÑO…
Algunas ideas…
- Revisar
el calendario u organigrama en
el que se determinen nuevas actividades de inicio, desarrollo y cierre. Revalorizando la idea de diagnóstico
intermitente en el transcurso del periodo, que de cuenta de los
aprendizajes que se van construyendo y que, espiraladamente, convocan a avances
en los aprendizajes y a la propuesta de construcción de nuevos saberes.
- Definir
y explicar detalladamente a
todos los estudiantes en qué consiste cada actividad, sus
objetivos, saberes a construir o el tipo de evidencias de aprendizaje a
recoger. En esta etapa del año, teniendo en cuenta las evidencias de
aprendizajes recogidas en la primera etapa, la significatividad de las
consignas reside en acompañar los nuevos aprendizajes y su conexión con
los anteriores en una red de contenidos siempre flexible.
- Considerar
la planificación de las actividades como una referencia o guía,
pero preparada para la revisión o el ajuste que responda
a: cómo está funcionando la propuesta, la reacción y adaptación general de
los estudiantes o los intereses que suscita. Realizar cambios a la hoja de
ruta siempre que sea necesario…
REconstruyendo la propuesta…
Un aspecto clave de una secuencia didáctica, y que hay que
tener muy en cuenta a la hora de diseñar sus distintas actividades, es
su estructura. Normalmente se divide en tres fases: inicial,
desarrollo y síntesis.
En la fase de inicio, además de ofrecer una visión previa del
tema o contenido, se utiliza para remitirnos a los saberes previos, en este
caso de la primera etapa; que incluye saberes disciplinares, metodológicos y
habilidades cognitivas que desarrollaron los estudiantes y que serán capitalizadas
en nuevas propuestas. Serán útiles para llamar la atención y el interés
de los estudiantes, en aquello que continua… ¿y, ahora que viene? De ahí la
importancia de usar un lenguaje y recursos estimulantes y observar cuál es el
nivel de partida y dar a conocer las metas propuestas.
En la fase de desarrollo se plantean actividades que ayuden a procesar nueva
información generando las conexiones con la que ya posee, y construir nuevo
conocimiento significativo, produciendo evidencias de aprendizaje con un
abordaje practico. Se apelará a recursos que motiven y que favorezcan la
proactividad y la autonomía.
En la fase de síntesis se apela a la recursividad. La secuencia didáctica es un proceso continuo y
cíclico. Por ello, los docentes deberíamos tener en cuenta otras
actividades y propuestas anteriores para aprender de ellas, tanto de los
aciertos como de los errores. Todas aquellas acciones enfocadas a
transformar los objetivos e intenciones educativas generales en propuestas
concretas, dirigidas a un grupo clase específico, forman parte de la
propuesta, en un escenario complejo a través de la concreción
curricular.
La propuesta didáctica es el proceso mediante el cual se seleccionan
y organizan los elementos del currículum. De esta forma, se enfocan a
través de diferentes experiencias de aprendizaje y se distribuyen en el tiempo,
ya sea en un trimestre, un curso escolar o un ciclo lectivo.
Para poder realizar una planificación didáctica eficaz,
en la que profesores y estudiantes se sientan cómodos y sea provechosa para
todos, es necesario tener en cuenta una serie de variables: entorno
socio cultural de la escuela, las características de los aprendizajes
construidos por los estudiantes del grupo y, por supuesto, las circunstancias
personales de cada estudiante.
La propuesta didáctica es, en definitiva, la concreción
con acciones prácticas de los objetivos de enseñanza generales y teóricos.
Ahora bien, el documento en el que se plasma debe estar vivo y ser flexible
para adaptarse a las circunstancias y necesidades de los estudiantes. Por tanto,
combina planificación y flexibilidad.
Una vez definidos los objetivos y priorizados los
contenidos, es importante organizar las actividades y recursos que
vamos a utilizar en el proceso de enseñanza y aprendizaje de cada secuencia, planteando
un calendario u organigrama en el que se establezcan, como expresamos:
- Actividades
de inicio, desarrollo y cierre
- La definición de
cada actividad: en qué consiste, los objetivos de aprendizaje que
trabajará, la estrategia didáctica que aplicará y los indicadores de
evaluación asociados (las evidencias de aprendizaje).
- Duración de cada una de estas actividades,
con fechas de cada una de ellas y tiempo estimado para su realización.
- Recursos necesarios.
Lo diverso siempre ha sido parte fundamental de nuestra riqueza
humana. Técnicamente, todas las personas somos distintas,
por lo que como docentes debemos tener en cuenta la complejidad de las
trayectorias escolares de nuestros estudiantes. Sus distintos orígenes,
contextos, intereses y motivaciones nos darán ideas y temáticas para trabajar
en nuestras planificaciones junto a ellos.
Prestar real atención a la heterogeneidad de
nuestro grupo clase es muy útil para diseñar experiencias de
aprendizaje. Podemos personalizar contenidos incorporando las necesidades de
cada estudiante, lo cual aumentará su implicación e interés en
las actividades.
- Es
útil diseñar experiencias de aprendizaje que tengan
diferentes grados de dificultad.
- Diversificar las actividades y los instrumentos
de recolección de evidencias de aprendizaje: plantear opciones distintas
para dar cuenta de los mismos contenidos.
- Las
actividades de diagnóstico son una excelente opción para dar
cuenta de la complejidad.
La calendarización o temporalización es una parte
fundamental de la propuesta didáctica que consiste en decidir qué
bloques temáticos priorizar y desarrollar y qué actividades concretas realizar
en función del tiempo disponible y las características del grupo.
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