NUEVAS MIRADAS SOBRE TEXTOS IMPRESCINDIBLES...
Cristina Corea e Ignacio Lewcowinkcz escriben y editan por
primera vez PEDAGOGÍA DEL ABURRIDO - ESCUELAS DESTITUIDAS, FAMILIAS PERPLEJAS en
el año 2004. Tanto años después algunas
de sus ideas nos interpelan. Revisando textos imprescindibles para nuestra bitácora…
hoy recomendamos y leemos a Cristina Corea… del Capítulo II…
PEDAGOGÍA Y COMUNICACIÓN EN LA
ERA DEL ABURRIMIENTO. La comunicación ha sido un dispositivo de producción de
subjetividad. El término clave de ese dispositivo por el código, conjunto de
reglas, sistema de prohibiciones y restricciones, conjunto de significaciones
compartidas, sede de sentido común. La comunicación actual es internacional. La
comunidad actual el virtual. El pasaje de la comunicación a la información
comporta la destitución de un elemento clave en la constitución de la
subjetividad pedagógica y estatal: el código, que es también un instituido. Se
vislumbran como condiciones del agotamiento de la subjetividad pedagógica. La
educación ha cesado porque ha cesado la subjetividad pedagógica. Una escuela
sin educación es una experiencia que se produce por la decisión de ocupar el
tiempo-y no el espacio-y armar una situación. Será en los lugares, pero las
experiencias. Llegó la hora de empezar a registrar estas experiencias. Y para
ese registro, afortunadamente, no tenemos código. Es necesario situar un
horizonte, para nuestra reflexión sobre la comunicación. Situar las condiciones
de agotamiento de la institución escolar en el entorno del agotamiento del
estado-nación: en tiempos de mercado, la escuela es un destituido; en tiempos
de mercado, deviene galpón. El agotamiento de la metainstitución estatal acarrea
un desmoronamiento: el de las instituciones que se reproducían. El esquema es
conocido: primero la familia, después la escuela, pues la fábrica. La analogía
de los espacios encierro supone la analogía de unas prácticas que se reproducen
instituyendo en cada sitio un tipo subjetivo propio: el hijo, el alumno. Todos
ellos encuentran, sin embargo, una interpretante común: el ciudadano. El lema
es vigilar, castigar, educar y rehabilitar esa subjetividad sólida e
insistentemente reproducida. El estado-nación es el agotamiento de sus
subjetividades y de las instituciones que la generaban. Hablar de agotamiento
de las instituciones es aludir a una pérdida de la capacidad instituir. En la
sociedad informacional, la lógica del espacio no es una lógica de lugares sino
de flujos. Dicha alteración radical que en la sociedad actual hay cada vez más
flujo de información en tiempo diagnostiqué. Nuestras prácticas cotidianas
transcurren casi ineluctablemente en un flujo de velocidades extremas y entre
variaciones de velocidades de esos flujos. Esto afecta la comunicación. En la
era de la información, la comunicación ha dejado de existir. Se agotó el
paradigma mediante el cual pensamos lo fenómenos de la significación y la
producción de subjetividad. En la era de la información, la comunicación es un
destituido más.
Continuará…
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