TERCERA PARTE... EL AULA INVERTIDA

 Continuamos pensando…

El aula inversa requiere necesariamente que el docente cambie su rol tradicional en el aula y pasa ser un acompañante cognitivo, facilitador de conocimientos que guíe y oriente a los alumnos durante la adquisición de sus competencias. El estudiante debe convertirse, por tanto, en la parte central del proceso de enseñanza-aprendizaje, adquiriendo un rol activo y responsabilizándose de su propio aprendizaje. La perspectiva del aula inversa se constituye completamente alrededor de las necesidades del estudiante: de su pensamiento, de sus ideas, de sus dudas, de sus opiniones… Se da voz al alumnado y se le deja ser el principal actor de la clase, que va configurándose gradualmente en función del mismo desarrollo que ellos requieran y propongan.
Personalizar el proceso de enseñanza aprendizaje y dar una respuesta adecuada a las necesidades educativas que presenta cada uno de los alumnos requiere cada vez un mayor esfuerzo por parte del profesor, que esta metodología descomprime.
El aula inversa contribuye a que la labor del docente no sea tan individual o aislada, ya que puede incentivar el trabajo colaborativo entre los profesores: diseñar materiales, o intercambiar actividades, clases y experiencias educativas. Ya no se aprende igual que hace unas décadas atrás. El conocimiento y la información se encuentran en muchos y muy diferentes lugares, y por eso que el papel de las clases debe ir ahora más allá de ser meros espacios donde se exponga contenido teórico.
El modelo de CLASE INVERTIDA plantea que los estudiantes adquieran los conocimientos fuera del aula mediante diversos materiales propuestos por el docente (MATERIALES Y HERRAMIENTAS DIGITALES), y que el tiempo en clase se dedique al aprendizaje significativo y adaptado a cada estudiante. Las bases de esta propuesta son:
1. La planificación es fundamental: Es vital organizar y estructurar detalladamente las diferentes actividades, contenidos y herramientas digitales a utilizar (CLASSROOM. MEET, ZOOM, BLOG, MURAL DIGITAL, WIKI, FORO, RED SOCIAL, PREZI, MOVIE MAQUER, VIDEOS, JUEGOS, SERIES, ETC.), para permitir que los alumnos puedan también organizar adecuadamente sus tiempos.
2. El estudiante se convierte en el centro del proceso de aprendizaje: El docente pasa a ser un mediador, y el peso lo recogen los alumnos. No suele ser habitual que tengan la autonomía suficiente como para aprender por sí mismos, por lo que es lógico que al principio necesiten especial ayuda y apoyo.
3. Las TIC hacen posible las CLASES INVERTIDAS O REVUELTAS: Es necesario contar con tecnologías digitales para sacar todo el partido a esta metodología educativa. Recursos educativos online, vídeos o redes sociales son utilizados para trabajar la parte teórica desde casa con el alumnado.
4. Adapta los materiales, pero hazlos flexibles: Se pueden elegir los recursos que más se adapten a las necesidades del docente y los alumnos, comenzando por contenidos a los que se pueda acceder en forma flexible.
5. Aprovechar el aprendizaje colectivo: Una de las mayores ventajas de la clase invertida es que puede sacarse todo el provecho a los trabajos en grupo.
6. Aprender mediante la práctica: Se trata de una manera de aumentar la motivación de los alumnos, ya que tienden a preferir una metodología más activa y dinámica. Las actividades que se hagan en clase pueden ser de todo tipo: debates, concursos, investigación, excursiones…
7. Cambia la relación con los estudiantes: Si algo será diferente tras aplicar esta metodología es la forma de relacionarse con los alumnos. Se creará una fuerte relación de confianza y respeto mutuo, en el que todos aprenderán de la experiencia y los jóvenes dejarán de ser sujetos pasivos de la enseñanza para convertirse en verdaderos protagonistas.
Las estrategias sobre las cuales se desarrolla el proyecto se basan en el aprendizaje colaborativo, considerando que el trabajo en red en contexto de colaboración e intercambio tiene una influencia positiva en cuanto a la motivación y la calidad del aprendizaje (Vigotsky 1979, 2009). El trabajo colaborativo contiene propuestas didácticas coordinadas de las cuales participan todos los actores involucrados: docente del curso y alumnos. El trabajo colaborativo con tecnologías multimediales permite la construcción de representaciones mentales a partir de palabras e imágenes con la intención de promover aprendizajes. La interactividad entre los miembros y el registro de los intercambios tiene por objeto fomentar la base de conocimiento propia de una cultura participativa (Jenkins, 2009).
La inversión consiste en cambiar el rol del profesor, de ser quien imparte cátedra frente al grupo a guía junto a sus estudiantes. En este modelo de enseñanza las actividades de clase y las de tarea en casa se invierten. Los estudiantes “toman clase” HERRAMIENTAS DIGITALES en casa, a su propio paso, y se comunican con su profesor y compañeros vía discusiones en-línea. La aplicación práctica de los conceptos ocurre en el salón con la ayuda del profesor. Dos componentes clave de la clase invertida:
1. La tecnología educativa. El salón de clases invertido utiliza la tecnología educativa para influenciar el ambiente de aprendizaje de los estudiantes.
2. El aprendizaje mediante actividades. El salón de clase invertido provee oportunidades para el aprendizaje mediante actividades y también tiene una influencia fundamental en el ambiente de aprendizaje de los estudiantes.


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